Dentro de la práctica medicinal del Reiki, basada en la curación mediante la canalización de energía vital, el ayuno está considerado como una práctica recomendada durante el proceso de iniciación.
La iniciación es una ceremonia conducida por un Maestro de Reiki, en la cual se «sintoniza» a un iniciado en las energías del Reiki a finde que pueda acceder a ellas.
Antes de la ceremonia, se recomienda llevar a cabo un proceso de limpieza de 21 días, para garantizar una mejor recepción de esas energías.
La «limpieza de 21 días» tiene su origen en el fundador del Usui Reiki, Mikao Usui, un monje budista de la tradición Tendai que meditó y ayunó durante 21 días (tal y como es tradición en el budismo Tendai). El vigesimoprimer día tuvo una epifanía y pudo ver los cuatro símbolos tradicionales del Reiki.
El ayuno de Usui fue un ayuno absoluto. Sin embargo, los practicantes en la actualidad no están obligados a seguir esta misma modalidad. No es, ni mucho menos, una norma indispensable. Se trata más bien de un acto opcional, gracias al cual se estará mejor preparado para acoger las energías de Reiki.
De hecho, el mismo centro internacional de formación Reiki aconseja un ayuno hídrico o de jugos de uno o tres días como máximo, y especialmente para personas ya habituadas a una dieta vegetariana o con experiencia en el ayuno. A aquellos que no estén preparados, bastará con evitar, durante tres días, las toxinas propias de la carne animal, dulces, cafeína y demás tóxicos.